Tenía pendiente desde hace tiempo una salida a coger minerales. Una salida muy especial. La primera salida al campo de una personita que no ha llegado a los 10 años, al que le brillan los ojos cuando ve una piedra; alguien que podría haber sido yo misma hace muchos años (demasiados XD) si hubiera tenido la suerte de contar con alguien cercano que me hubiera sacado al campo y entendiera del tema.
Y hoy finalmente la hemos acordado.
Es divertido, para ellos todo son nervios y preguntas, unas preguntas que yo ya tenía olvidadas, pero como son tan importantes y a la vez tan básicas, voy a aprovechar la ocasión para hacer una entrada al blog y así tener un lugar al que poder dirigir estas preguntas, si en un futuro se vuelve a dar la circunstancia.
Los primeros minerales que son recolectados por un coleccionista, suelen llegar a ellos de manera circunstancial, vas dando un paseo por el campo y ¡Oh! que es esta extraña piedra?
Alguna muestra geológica acapara de repente nuestra atención, por su color, por su apariencia cristalina, por su forma que parece tallada o por su peso... sea por la razón que sea, nos atrapa y termina viniéndose a casa metida en un bolsillo.
Con un poco de suerte, vemos que no es la única en la zona, sino que buscando un poco, podemos encontrar bastantes por allí, así que decidimos volver otro día, en esta ocasión equipados con una bolsa de plástico y en el mejor de los casos, una botella de agua por si el tema se alarga. ¿identificados con la situación XD?
Según vamos dedicándole paseos a esto de buscar piedras, vamos viendo que lo de la bolsa de plástico, aunque no es mala idea, se nos queda corto y necesitamos de un equipo más completo.
La primera e insalvable pregunta que uno se hace es: ¿que equipo necesito llevar?, no tiene una única respuesta, ya que depende por completo del tipo de excursión que vayamos a realizar y del medio de transporte del que disponemos.
Vamos a suponer que no podemos llegar hasta el mismo yacimiento en coche, ni bicicleta ni nada, y que nos toca caminar un buen rato (el 90% de los casos), y que como somos principiantes, lo que vamos a visitar es una escombrera al aire libre.
Tendríamos que hacer acopio del siguiente material:
Ropa adecuada: un calzado cómodo es indispensable, lo ideal serían unas botas de las que se usan para hacer senderismo o similares; pantalones resistentes, más que recomendable que sean de pernera completa, aunque haga calor, ya que es bastante probable que tengamos que atravesar zonas de maleza, arrastrarnos por el suelo, gatear... y los pantalones nos van a proteger bastante de los posibles arañazos y cortes. Camiseta de manga corta y chaqueta, que nos podamos poner o quitar según necesitemos. Es importante que tengáis en cuenta que toda esta ropa se va a manchar mucho, a enganchar y a romper, que no os importe, para eso es la ropa de campo. Según la época del año, es recomendable el uso de gorra o semejante para protegernos del sol, o gorro para el frío. La climatología manda.
Como veis, mis botas y uno de los pantalones que uso (tengo varios pero todos están igual), están reventados del uso. Dinero bien invertido, se seguirán usando hasta que se rompan definitivamente |
Una mochila; y dentro de ella una botella de agua, un buen bocata (de tortilla de patatas o filete empanao que son los mejores jaja). Un martillo (puede valer una maza que no sea muy pesada (recomiendo entre medio kilo y dos kilos) o un pico de geólogo), un cincel, guantes de protección, papel de periódico y papel higiénico o de cocina para envolver las muestras, algunas bolsas de plástico y no viene mal una caja plástica de compartimentos (de las que se usan para guardar tornillos y semejantes), por si encontramos muestras delicadas. Y un pequeño botiquín por si tenemos algún pequeño accidente.
Un mapa, gps o semejante que nos ayude a orientarnos y a encontrar el lugar donde queremos llegar (eso no exime de haber investigado el sitio con anterioridad desde casa, usando Internet y bibliografía impresa, cuanta más información recopilemos del sitio, mejor).
Para las excursiones al aire libre, suele ser suficiente con tener este equipo básico en casa, pero es posible que queramos ampliar horizontes y adentrarnos en minas de interior, en ese caso, debemos añadir a todo lo anterior:
Un casco (recomendable también para canteras a cielo abierto cuando vayamos a trabajar en las paredes de la corta o sitios como acantilados en los que puedan desprenderse piedras de las zonas altas y caer sobre nosotros).
Linternas: Lo ideal es un buen frontal a baterías que podamos acoplar al casco, baterías de repuesto y una linterna de mano, tipo dinamo para situaciones de emergencia. Una buena opción es portar una lamparita de luz química, para emergencias, pero tened en cuenta que tienen fecha de caducidad y las uséis o no, deberéis de reponerla cada cierto tiempo.
Unos calcetines de reserva y unas botas de agua si hay previsión de que la mina pueda estar inundada.
Algo de comida envasada, tal vez barritas energéticas o semejantes, por si las moscas, nunca sabemos si podemos sufrir algún accidente que nos haga esperar durante horas hasta que vengan a rescatarnos.
Si eres de los más osados, tienes los conocimientos necesarios y el equipo adecuado, puedes probar a entrar a galerías que necesiten de equipo de escalada, yo aquí no voy a entrar en detalle, porque no organizo ese tipo de salidas; para esto, consulta mejor a un experto y que te acompañe.
No podemos olvidar, que cualquier excursión a la montaña, ya sea al aire libre o de interior, puede volverse peligrosa, por lo que hay que seguir siempre una serie de pautas de comportamiento y seguridad.
- Nunca salgas solo, como mínimo buscate un compañero de aventuras. Lo ideal sería un equipo de entre tres y cinco personas de confianza, y deja avisado a alguien cercano de tu salida, a donde vas, con quien y los horarios previstos de salida y regreso. Consulta la previsión meteorológica antes de salir.
- Repasa el equipo antes de salir, que no falte nada, que no haya nada caducado... El material y el equipo deberá ser el adecuado para la excursión que hayamos planificado. Lleva agua y alimentos suficientes.
- Planifica bien las salidas, estudia planos, hazte croquis y a ser posible localiza a una persona que ya conozca el sitio para que te acompañe (al menos en la primera ocasión), esto es especialmente importante en el caso de las minas de interior, ya que en muchas ocasiones su extensión y número de galerías es tan grande, que es fácil desorientarnos y perdernos. Si nadie puede acompañarte, hazte un plano previo del camino a recorrer en el interior o si vas de exploración puede ser útil un ovillo de cuerda fina para atar a la entrada y poder volver sobre nuestros pasos en caso necesario.
- Se cuidadoso, no te precipites en la toma de decisiones ni te expongas a peligros innecesarios, no te dejes "cegar" por ejemplo, por aquella pieza que se muestra a cinco metros sobre tu cabeza al borde de un pozo y a la que tal vez pudieras llegar si apilas algunas piedras o te subes a hombros de tu compañero. Ninguna piedra vale lo que vale tu cabeza. No sobrepases tus límites, guarda fuerzas para el regreso, ya estés en el campo o en el interior de una galería, la excursión solo termina cuando estás de regreso en casa, no te resistas a renunciar si es necesario, las piezas llevan ahí miles de años, no va a pasar nada por que estén unos días más, siempre puedes volver al sitio en otra ocasión.
- Respeta tu entorno y la legislación; ten en cuenta que hay zonas en las que está expresamente prohibido recoger minerales, infórmate bien antes de ir. Colarse en fincas privadas sin permiso, hacer un socavón de 10 metros en pleno parque natural, destrozar un muro de un campo de cultivo porque está hecho con bloques que contienen un mineral de nuestro interés... son acciones que nunca deberían de pasar por nuestra cabeza. Y no olvides llevarte la basura de regreso!!! Si puedes cargar tu maleta con kilos de piedras hasta el coche, créeme que podrás llevar esa lata o esa botella de plástico vacía que habías traído
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